A una instalación normal de autoconsumo podremos incorporarle baterías (con el inversor adecuado).
De esta manera, además de generar nuestra propia electricidad durante el día, el sobrante se utilizará para recargar las baterías. Si las baterías llegan al máximo de carga, el excedente se verterá a la red eléctrica externa.
De esta manera tendremos energía acumulada para utilizarla por la noche. Si la capacidad de la batería no es suficiente para cubrir el consumo nocturno, se absorberá energía de la red externa. Es decir, nunca nos quedaremos sin luz.
A diferencia de una instalación aislada, podremos utilizar baterías de menor capacidad. Siendo las baterías el elemento más costoso de una instalación, con esto se invertiría un poco menos, y el ahorro sería considerable.
En esta modalidad la vivienda está siempre conectada a la red eléctrica exterior.
Los paneles proporcionan energía durante las horas diurnas, la cual se consume en la vivienda. El excedente se utiliza para recargar las baterías; cuando las baterías estén completamente recargadas, este excedente se inyectará a la red eléctrica.
Cuando llegue la noche, las baterías proporcionarán electricidad a la vivienda. Si la energía acumulada no es suficiente, la batería dejará de suministrar electricidad, y ésta se tomará de la red externa.
Como podemos ver, no necesitamos que la batería suministre la energía todo el tiempo en que no haya radiación solar, por lo que podremos instalar acumuladores de menor capacidad (con respecto a una vivienda aislada).
Teniendo en cuenta que las horas valle (en el costo de la electricidad) normalmente comienzan en torno a la medianoche, esto repercutirá en un ahorro considerable en la factura de la luz. Al atardecer la radiación se reduce, y las baterías compenzan el faltante de energía requerida por la vivienda; generalmente al atardecer y primeras horas de la noche el consumo suele ser alto (y lo mismo con el precio de la electricidad). A altas horas de la noche tanto el consumo como el precio de la electricidad se reducen, por lo que si la batería ya no tiene capacidad, al menos habremos cubierto las horas de mayor costo.
El sistema deberá estar correctamente diseñado. Parece simple, pero si agotamos completamente la capacidad de la batería cada noche, en un par de años habrá que reemplazarlas. Y las baterías son el elemento más sensible de una instalación, principalmente en su costo.
Además los paneles deberán tener la capacidad suficiente para suministrar el consumo diurno, y además recargar las baterías.
Por ello es fundamental un correcto cálculo y dimensionado tanto de los paneles como de las baterías.
Además, se deberá seleccionar el cargador / inversor apropiado, de tal manera que se pueda controlar fiablemente la descarga de la batería, e interrumpir la descarga cuando se llegue a una determinada profundidad de su capacidad.
Además, si la red eléctrica es propensa a cortes de luz, se podrá instalar un cargador / inversor con gestión de red. De esta manera, al producirse un corte del suministro eléctrico, la vivienda no lo notará ya que el suministro eléctrico provendrá de las baterías. Dependiendo de la frecuencia y duración de los cortes de luz, posiblemente deberá dar más capacidad a las baterías.
De cualquier manera, con un diseño correcto de una instalación de autoconsumo con baterías, se podrá lograr un buen balance en relación inversión / ahorro.
Si es de su interés, no dude en contactarnos. Estamos disponibles para cualquier información y asesoramiento.